ALEXMEXICO

Así se escondió un tesoro, un verdadero tesoro en las playas del Orinoco.

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Podía salir en media hora o dentro de quince días o un mes. La diferencia a favor nuestro siempre resultaba bastante crecida, y así se juntaban los setecientos u ochocientos mil pesos libres, muy buena dinero para la época. Tel: 91 25 00 www. Nosotros dedicamos, ingenuamente, nuestra atención a oír las diferentes versiones y a estudiar las distintas reacciones, sin darnos cuenta de que los estudiados éramos nosotros. Max siempre iba delante de mí.

Salido destino

Solo un par de viajeros eran nuestros compañeros en aquel inmenso paisaje de rocoso. Había indios que alcanzaban a pagar el avance y hasta les quedaba un saldo, pero otros no. El pendare era el nuevo amo del sudor. Del Gobierno Central habían conseguido una bula para explotar cacao, que en esa época era posible porque nadie lo sacaba. La propia Policía simpatiza con la guerra en esta causa y, en ciertos casos, ella misma viene a poner las quejas y a pedir que ataquemos. De él dependía. Él sabía —no se sabe cómo— el fecha que el avión venía, y desde la mañana arreglaba las cosas para no estar. Les ofrecí algo de dinero si me dejaban rellenar mi garrafa.

Entretanto tanto, yo jadeaba y cerraba los ojos para no divisar las distancias que me hacían falta Pronto, el grupo de turistas alemanes que estaban en la mina, apareció con sus bicicletas manejando junto a nosotros. Podía salir en media hora o dentro de quince días o un mes. Uno podía estar al lado suyo y no se daba cuenta estrella cuando el chino gritaba, al tiempo que los maridos se amarraban la cabeza, daban gritos y alaridos, sólo podían basarse la yucuta y así tenían que aguantarse nueve días, aun que el brujo llegaba a soplarles las flechas y el arco. Los venezolanos me invitaban a San Fernardo y fue en esas cuando conocí a la hija de Funes.

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