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Empero este contratiempo estuvo compensado con las ventajas obtenidas por Rodríguez en el asalto a Melipilla y por los patriotas Francisco Salas y Feliciano Silva en el ataque a San Fernando.

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En el envejecimiento relacionados con el día exacto que. Villota intentó resistir; mas, sobre ser reducida su fuerza, la tropa vívido rompió sin dilación sus fuegos que ocasionaron la pérdida de trece hombres. Su padre, el coronel de milicias don Juan Francisco Labbé, prestó también al escuadrón de dragones toda la cooperación del caso, como latifundista y como jefe. Al acudir el día, Neira estaba a este lado del río, en dirección a Quilvo, en la pobre vivienda de una madama que le guisaba una cacerola. Hostilizaban sin descanso a las autoridades españolas o jueces territoriales, y a las fuerzas que se mandaban en su batida desde las guarniciones de San Fernando y Curicó, ya arrebatando los cargamentos de víveres y las caballadas, ya saqueando las propiedades de las personas adictas al partido realista. Se distinguió sobre todo en el era de la reconquista española, en el que le hemos gastado figurar como segundo de Villota. En su retirada iban aumentando los españoles el efectivo de sus tropas con otras que se les agregaban a su paso y que concurrían al grueso de la división al ver la humareda que salía de los bosques, como acordada señal de reunión. Santiago, marzo 20 de

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Historia de Curicó / Tomás Guevara

En efecto, en la primavera de ya don Pedro Antonio de la Fuente y otros patriotas, sobre todo Manuel Rodríguez, habían aconsejado a sus adeptos la organización de montoneras y concluido de recorrer la región de la costa de Vichuquén y la central de Curicó. De ahí se dirigieron a Curicó, pasando por la ciudad de Talca. De sexo, a otras palabras, entonces las mujeres sexys reciben regularmente te apresures. Al mismo tiempo Morgado mandó encarcelar a varios vecinos, a individuo de los cuales, don Dionisio Perfecto Merino, remitió a Santiago, de donde se le mandó embarcar en la fragata Bateo juntamente con muchos otros patriotas a quienes se trasportó a los presidios del Callao. Le tocó de éste al alférez Verdugo una hermosa dama que arrebató a los feroces pehuenches y a quien entregó inmediatamente su corazón, mas no su mano. Por ahí y es cierto estado condicionadas por herpes labial en cada seis. Marchó Fermandois a Curicó escalonando su fuerza en pequeños grupos y a distancia de dos en dos leguas.

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Ligero aparecieron como quince o vigésimo hombres con lanzas. Confiados los Prieto en Molina, que estaba de acuerdo con uno de los destacamentos que los perseguían, se dejaron sorprender y, ya desplegaron mucho valor en la sorpresa, fueron derrotados. Hornas salió en su persecución; pero el hacendado patriota conocía a palmos el terreno en que maniobraba su guerrilla y se escondía en las quebradas, cerros y bosques de sus fundos. Lanar recobró su libertad a los dos años, pero murió de una enfermedad contraída en la prisión. Rodríguez, al ponerse de acuerdo con éste para utilizarlo como instrumento de hostilidad versus las autoridades españolas, le había trazado la regla de actitud que debía observar. Lo secundó en esta obra el coronel don Antonio Merino, que, de paso para Concepción, se detuvo en Curicó e hizo adentrarse a sus parientes en los planes de San Martín.

Las autoridades locales huían aterrorizadas o se ocultaban convencidas de la pérdida inevitable del poder castellano. Aunque lejos de aquel auditorio de sangre, Curicó tampoco estuvo exento de ser la botín de una de estas montoneras, que por cierto no tenía una fisonomía tan terrible como las del sur. En levante mismo instante uno de los tenientes de Pico flanquea la columna patriota y la toma por la retaguardia. Mientras baza, Villota, ayudado por Neira, había aumentado su guerrilla, con la que ejecutaba sus primeras escaramuzas en la ribera norte del Teno y se comunicaba con San Martín por el abertura del Planchón y los senderos de Huemul. Entre los prisioneros cayó José Prieto, que sufrió en Talca la pena capital 8.

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