INTIMIDAD Y PUDOR
Familiaridad y pudor Intimidad y decencia La falta de valoración del pudor se ha extendido, adosado a la epidemia de agnosticismo y la mundanidad de costumbres, por los países ricos de Occidente. Los marinos van a dar muy pronto un baile en el nuevo vapor del gobierno y es preciso apercibirse.
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El pobre joven no era advertido de comprender la poesía de este sentimiento como la entendía Teresa, pero había aprendido perfectamente la lección, y ella, fastidiada con tantas instancias, se dejó arrancar el consentimiento para que el matrimonio se hiciese el 15 de octubre, día en que cumplía diez y seis años. Mi imaginación se exaltó y aquella noche no dormí; la pasé en gran parte sentada a mi ventana, contemplando las estrellas hasta poco antiguamente del amanecer. La entrada de mi madre interrumpió nuestra encuentro y un momento después se fue mi primo. El facultad fue para ella un mundo; el salón de su artífice le parecía triste y vacío; sufría mucho las raras veces que éste la tenía a su lado, y tornaba con alegría a los claustros del antiguo convento, grato a su orgullo por las consideraciones que le tenían. Mientras eso, Rosita se gozaba con la confusión de la inocente niña, y la miraba al soslayo, divertida al ver su impaciencia. Su constante reproche hacia lo mujeril a causa del pecado exótico de Eva hace pensar en una latente misoginia. Una espesa capa de pintura blanca, escarcha, roja y negra cubría su frente, mejillas, labios y cejas, y un murallón de dientes guarnecía su boca, no dejando duda alguna de que eran postizos, los gruesos engastes de oro en que estaban montados. Si en un hogar existiese igualdad, se abriría una grieta, los conflictos cuestionarían el boceto doméstico y político patriarcal. Porque comportarse dignamente es algo que se aprende —nadie nace enseñado— y ser digno tiene que ver con algo tan sencillo como que lo indigno es feo y vergonzoso y déficit ser ocultado mientras que lo digno que es bello y atrayente.
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Yo estaba sumamente humillada con el poco respeto que me manifestaba, y entré al salón con él, que me llevaba siempre de la mano. III Pasaron, sin embargo, algunos meses, antiguamente de que una y otra cumpliesen la promesa de escribirse; al fin Teresa recibió una carta de Lucila. La analogía y la libertad son las características sobre las que se construye el modelo político rousseauniano, y Emilio, moralmente autónomo, es el sujeto que representa antedicho modelo. Mi imaginación se exaltó y aquella noche no dormí; la pasé en gran parte sentada a mi ventana, contemplando las estrellas hasta poco antiguamente del amanecer. Pasada la primera embriaguez de sus triunfos, y acostumbrada, a las frases almibaradas, pero vacías de los petimetres de salón, preguntó a su corazón qué había en él, y sólo halló un inmenso vacío. Jean Jacques Rousseau En relación a las claves de marginación que hallamos presentes en El pacto social de Rousseau, se comprueba la coexistencia paradójica del desarrollo de los ideales ilustrados —libertad e igualdad- y, paralelamente, la quiebra muy significativa de su discurso político en un sentido claramente patriarcal. Sentíase Teresa oprimida por cierto adivinación que no podía definir.
Mujer busca hombre
A partir del mismo, el filósofo construye la socialización femenina. Ustedes lo deben de conocer. En las relaciones entre ella y el esposo no domina la fuerza, sino el consentimiento. Esto es la compostura, la asenso entre lo que una andoba es y lo que una persona manifiesta por medio de su actuación, de sus gestos, de sus maneras, de su cuerpo Con esto es acuciante contar con la realidad de las cosas, de igual forma como se cuenta con que necesitamos oxígeno para respirar. La vida es muy diferente de lo que ellos dicen; usted es muy joven y es preciso que se deje adoctrinar por sus verdaderas amigas. Ya al marido se le aconseja que ha de tener con su mujer comprensión, paciencia, generosidad y cariño, es a ella a quien se le reclama que lo sirva de faceta abnegada, discreta, a sabiendas de que ocupa un lugar accesorio en la jerarquía familiar, de acuerdo con la naturaleza de su sexo. Aquella noche fue intranquila para Teresa cuyos ensueños la repitieron muy al vivo el recuerdo de lo que acababa de oír.
Welcome back
Su graciosa manecita se cerraba con una fuerza nerviosa singular, y su diminuto pie zapateaba con impaciencia cuando las otras niñas, menos vivas, merced a su naturaleza septentrional, no comprendían lo que deseaba. Y en tercer lugar, la compostura supone orden, saber estar, armonizar consigo mismo y con lo que le rodea. Reinaldo no es el héroe de mi ensueños; es un joven como cualquier otro, menos que muchos de los menos interesantes del mundo parisiense. La piedad es un gregario fundamental, piensa Rousseau, para que la mujer sea merecedora de la tarea de educar a los hijos. Apenas vio a una de las señoras que paseaban con Teresa, la valiente novia se precipitó hacia ella con los brazos abiertos. Los cristales de las casas resplandecían con mil colores diversos, cuyo brillo fue disminuyendo a ley que moría la luz del sol. Así el idioma gabacho fue casi el primero en que expresó sus ideas, empero el cariño a su lecho muerta no permitió que olvidase nunca el castellano. Mi primer esposo fue inglés, hombre bienhablado y agradable, pero pronto lo perdí
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Exceptionnellement pensé!