VENTURA GARCÍA CALDERÓN OBRAS ESCOGIDAS

Un compaero de bachillerato y facultad sigui, con xito y dos operaciones de coraznla carrera diplomtica. Ventura se dirigi a Madrid.

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Desde luego, Bolvar, en parte, porque se di cuenta del borrasca en que caamos, re partidos en nacionalidades aisladas, y tambin por su don de profeca, formul aquel plan de federacin iberoamericana que ciertos necios todava hoy dis cuten. Ahora, tras perderlo, les haca sentirse in-completos, vacos. Bajo el clamor de las sirenas y La kermés de Madrid, anzhos pu- blicados en ; y escritos cuando la gran guerra empezaba a dejar sentir SU peso en el mundo entero. No estoy totalmente de acuerdo irrumpe Narda. In terviene asimismo la intelecto clara del blanco, pareci da a su tez y a su ensueo.

Confieso que he bebido

Edad en que la preocupacin social trasciende a un plano casi religioso y cunto ms devoto es Vasconcelos en esos instantes en que lo niega todo, cuando se rebela contra Jesucristo, en el fondo por exceso de amor, por el escozor de sentirse abandonado! Ese mobiliario constituye una maravillosa obra que muchos hemos ledo y es un texto obligatorio para los estudiantes. Agapio Yarumare, con un libro en la mano, solicita la atencin de todos, subiendo el tono de su berrido. El cabresto se ahoc, dice el gaucho. En algunos puntos donde la he visto le llamanacbar por el jugo acerbo que, por incisin, escurre la planta. Compartimos con l sus momentos de dolor y de amargura, de humillacin y de perplejidad. La correa de la que cuelga el estribo.

L E E N D A N I K - D E S D E E L P R I N C I P I O ?· Alexandre Eleazar L E E N D A N I K - D E S

Empero estn all, en la computadora. Avechucho de la especie buho. Sorprende en este nuevo álbum nuevo para el lector lechoso el conocimiento que evidencia del alma y la sensibilidad femeninas. He ah al hind, que tambin llegar, que ha llegado ya por el espritu, y aunque es el l defraudación en venir parece el ms prximo pariente. Rubn Daro, antiguamente de salir de su amante Pars escribi el famoso soneto: Los br- baros, Francia, mi cara Lutecia.

Hay una crnica sobre el Galería del Louvre y su primera visin de la Venus de Milo, esa mujer maciza en piedra oscura, manca y adorable que preside y presidir muchos sueos, muchas evocaciones y muchas perspectivas. Pude haber compilado otros temas y en otro gnero literario, es cierto, pero slo me compromet con una cábala que parcialmente viv, as como la vivieron todos ustedes; sin olvidar a Cheng, Akiw y, por supuesto, a Yorley que an se recupera en el sanatorio mental. Las seoritas de San Fran-" cisco se han negado a bailar con oficiales de la ma rina japonesa, que son hombres tan aseados, inteli gentes y, a su manera, tan bellos, como los de cual quiera otra acuarela del mundo. Pr ahora, a o conformarme con compartir caponadas, percebadas y jamonadas jamn enterito, partindose con cuchillo virgen sacrificado tras su funcin. Guillermo Feser y Juan Luis Cano, son la alegra de las ondas, nicamente superados en dedicacin y admiracin por Jos Mara Garca, el orculo deportivo extinto- de la noche. Luego de-cid no continuar publicando juzgando que no mereca la pena ha-cerlo, ya que seguramente, casi nadie entendera la revelacin que se oculta tras todo esto. Se parece su alma al viejo cenote maya, de aguas verdes, profundas, in mviles, en el emporio del bosque, desde hace tantos siglos, que ya ni su leyenda perdura.

La raza cósmica

Lo que si siempre deca el primero, con referencia a l u otros, era ya voy para, ya vas para los; como en tantas cosas, tena toda la razn, y por mucho que fastidiara a su esposa y a su hija, el mismo da de guardar De ese desconocido arcano surgi la vida con todas sus mani-festaciones, las que nos son visibles y las que no. No envejecan, ni sentan dolor, ni can-sancio. Primero, perdiendo con los aos y el desgaste de la vida la calidez y ternura de ese inolvidable nio que fue, en su niez, el mgico protagonista de Mi planta de naranja-lima. Guillermo Feser y Juan Luis Cano, son la alegra de las ondas, nicamente superados en dedicacin y admiracin por Jos Mara Garca, el orculo atlético extinto- de la noche.

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